A la hora de organizar eventos mágicos, como bodas o cenas de empresa, es fundamental encontrar un espacio versátil, en el que los detalles estén cuidados con mimo y las personas se sientan como en casa

Cuando uno decora su casa, pone todo el esmero y cuidado del mundo para que quede perfecta. Porque en ella va a pasar muchos momentos de su vida. Por ello, cuando queremos organizar un acontecimiento importante, el lugar que elegimos tiene que respirar encanto y amor por los detalles. Solo en lugares de embrujo podemos disfrutar de eventos mágicos. De esos que se quedan en nuestro recuerdo para siempre.

Precisamente el concepto de recuerdo, ligado directamente al de memoria, nos vincula con Galicia. Un pueblo que se ha hecho famoso en medio mundo por hacer gala de una nostalgia que huye de la tristeza para abrazar la celebración de los buenos momentos: la morriña.

Otro de los emblemas de Galicia, un territorio cargado de ellos son las meigas. Brujas sanadoras en las que seguimos creyendo hoy en día, desplegando una frase típica y tópica: «Habelas hailas».

En el imaginario colectivo gallego, las meigas pululan por nuestros montes y aldeas, rodeadas de hierbas aromáticas con las que hacer conjuros.

Esto se asemeja, sin duda alguna, a una acción clave de nuestro día a día: cocinar. Un arte lleno de magia en la que una persona juega con ingredientes variados para construir recetas y transformarlas en apetitosos platos.

Creer en las meigas es una cuestión de fe. En cambio, confiar en los cocineros gallegos, detentadores de una tradición culinaria centenaria en constante evolución, es, simplemente, rendirnos ante la evidencia que nos entra por los sentidos.

Un lugar único en un entorno inigualable

O Fogón da Ría bebe de la mitología gallega y de sus paisajes ensoñados para construir unos espacios que parecen sacados, efectivamente, de un sueño. Jugando así en la delgada línea que separa lo real y lo imaginario. Algo netamente gallego como atestiguan novelas como El bosque animado de Wenceslao Fernández Flórez.

Cuando uno entra en O Fogón da Ría se encuentra, precisamente, en un lugar que solo podría estar en Galicia y que parece encontrarse a caballo entre la realidad y el sueño. Y que, sin embargo, está a escasos minutos del centro de Vilagarcía de Arousa.

Tanto los espacios interiores como los exteriores combinan un profundo respeto por el entorno y la tradición, con aires de modernidad. Como si las meigas existieran en nuestro presente y regentaran restaurantes.

El pazo, con décadas de historia, está completamente restaurado. Cada detalle de la rehabilitación se ha cuidado con esmero y responde a una idea: construir un espacio espectacular pero también acogedor, en el que se puedan organizar eventos mágicos.

La piedra y los mejores materiales empleados en la construcción contemporánea maridan casi tan bien como el marisco de la ría de Arousa con el vino albariño. El resultado es un lugar lleno de encanto que casa la tradición con la vanguardia para ponerse al servicio de eventos mágicos.

En este sentido, O Fogón da Ría no solo es un restaurante dónde comer en Vilagarcía, es mucho más que eso. Un espacio único para acontecimientos irrepetibles.

Los espectaculares jardines que lo rodean no se quedan atrás. Observar su evolución cromática a lo largo del año semeja, también, otra ensoñación.

Lucen sensacionales cuando se despierta la primavera y los niños comienzan a hacer la comunión.

Están en pleno apogeo en verano, cuando la ría invita a darse un chapuzón y las parejas organizan sus bodas.

Se tiñen de naranjas y ocres en otoño, cuando los días menguan y apetece juntarse con amigos a degustar manjares.

Finalmente, se desnudan en invierno, derrochando una belleza melancólica que desarma la vista. Justo cuando la Navidad llena nuestras agendas de eventos: cenas de empresa, comidas con la familia, reuniones de amigos…

Todo ello muestra la versatilidad del espacio y su capacidad para albergar eventos mágicos. Desde las bodas, con sus espaciosos jardines y sus grandes salones, hasta cenas de negocios, con estancias más recogidas y discretas.

O Fogón da Ría pone a disposición de sus clientes un abanico de opciones espaciales y gastronómicas para garantizar, efectivamente, que en este lugar de ensueño va a fluir la magia. Así como que todas las personas se sentirán igual de a gusto que en sus propios hogares.